Vivir en Valparaíso
BERGAMO, Beatrice y ZOLICH, Katarzyna (2018). Vivir en Valparaíso. Granada: TRN-Laboratorio artístico transfronterizo.
Depósito Legal GR 1543-2018
ISBN 978-84-941433-9-7
134 p.
Vivir en Valparaíso presenta dos proyectos fotográficos y audiovisuales compilados por la similitud de su enfoque. Ambos son autoría de dos artistas, Beatrice Bergamo y Katarzyna Zolich, italiana y polaca que en el curso 2017-2018 disfrutaron de una beca Erasmus en Granada.
En su estancia desarrollaron de manera independiente un proyecto de investigación centrado en los modos de vida y de habitar en las cuevas del entorno del Sacromonte y San Miguel Alto, en el conocido históricamente como valle de Valparaíso. Se trata de un entorno peculiar de gran valor patrimonial, en el que se ha construido gran parte del imaginario cultural local. Lo más característico de este paisaje son las viviendas excavadas en roca que han dado lugar a centenares de hogares en forma de cueva. Estas cuevas han sido utilizadas como vivienda desde siglos atrás siendo lugar de refugio de moriscos en el momento de su expulsión de Granada. Junto a ellos, las referencias bibliográficas citan la presencia constante de familias gitanas que llegaron acompañando al ejército de los Reyes Católicos.
Siendo refugio y lugar de acogida de comunidades en tránsito, las cuevas siguen hoy dando cobijo a personas venidas de muchas partes del mundo. Mantienen esa utilidad ancestral del abrigo y el poso de haber sido un lugar habitado por una gran diversidad de moradores que han contribuido a sedimentar en ellas la experiencia de muchas vidas.
Son también lugar de resistencia de unos modos de vida amenazados por la homogeneización de la vida urbana y, aunque se sitúan en su límite, la presión de los intereses económicos de la ciudad turistificada se evidencian en esta zona como amenaza de eliminar todo aquello que no se ajuste al orden rentable: a una imagen vendible, a un espacio consumible, a una cultura publicitable.
La mirada de Beatrice Bergamo y Katarzyna Zolich parte de esa fascinación por encontrar un lugar atávico, un entorno que se resiste a claudicar a la parque-tematización que sufren la mayoría de las ciudades históricas. Extranjeras ambas en Granada, su estancia les llevó a encontrar un sitio en el valle de Valparaíso que les provocaba ese deseo de habitar del que Roland Barthes hablaría a propósito de otra imagen de Granada. Alhambra, de Charles Clifford (1854-1856), una fotografía de la Puerta del Vino que incluye en La cámara lúcida y que según Barthes le impresiona e invita a ”vivir allí”.
Quizás, los que vivimos de manera prolongada en Granada solo podamos volver a conectar con ese tiempo utópico en el que la fotografía de Clifford situa a Barthes a través de imágenes del pasado, como las que tomó Val del Omar para “Aguaespejo granadino” (1955)2, o las que filmó Lennart Olson para el documental “Flamenco, encuentros con los gitanos españoles” (1962)3 donde se muestran escenas de la vida gitana en el Sacromonte antes de las inundaciones que obligaron a marchar a muchas familias de la zona4. Generan estas imágenes un sentimiento de apego que cuesta encontrar en la actualidad.
“Para mí, las fotografías de paisajes (urbanos o campesinos) deben ser habitables, y no visitables” 1, comenta Barthes. Las ciudades se gestionan hoy como marcas, compiten en las industrias culturales y del turismo, y en esa carrera ofrecen una imagen reconocible, estereotipada, que ofrezca asideros por los que el turista se sienta seguro y cómodo. De ahí que cada vez más unas se parezcan a otras, sobre todo en los centros urbanos, pues la periferia no es visitable, mejor, consumible, por su dispersión. La oferta cultural, los negocios, la gastronomía, hasta el mobiliario urbano se replica obedeciendo a un gusto internacional neutro. Hasta las singuralidades responden en muchas ocasiones a la necesidad de colmar la expectativa del visitante ocasional a través de pinceladas impostadas de exotismo local. Los centros ofrecen todo, pero ese todo es ya nada. De la ciudad habitable a la visitable.
Esta intensificación del centro en la que el viajero dispondrá de la seguridad de reconocer la escenografía urbana, pues la ciudad le garantiza el confort de lo previsible, da paradójicamente como resultado un modelo de ciudad inhóspita. Pero si la planificación urbana y el modelo de ciudad piensa la vida como tiempo de consumo surge un contramodelo que intentará encontrar otras zonas en la ciudad –hacia los márgenes pero también en espacios ajenos a las lógicas turísticas del centro– donde poder seguir habitándola. En este libro se atisba gracias al trabajo de las autoras esta posibilidad.
Vivir en Valparíso se eligió como título en el que englobar los proyectos “Life on Mars” y “Qué significa hogar” de Zolich y Bergamo respectivamente. Ambos fueron realizados de manera autónoma e independiente. El que llegaran ambos a nuestras manos fue fruto de diversas coincidencias académicas. Los dos se conformaban como proyecto fotográfico y audiovisual, otra coincidencia, y aún sin mostrar los mismos lugares y personas, ambos se circunscribían a un mismo entorno enfocándose a los modos de vida que allí se dan en la actualidad.
Recurrimos a la antigua denominación de la zona “Valparaíso” pues resuena en el nombre la referencia al “lugar placentero” del mito edénico pero también al vergel persa donde –según Jenofonte– el Gran Rey cultivaba sus propios árboles y plantas como estimulaba la religión zoroástrica5. Es decir, un lugar donde vivir en relación a la naturaleza, bajo su influencia, con la posibilidad de generar una economía de auto-subsistencia.
Al ver las imágenes que nos proporcionan las autoras no podemos evitar proyectar nuestra mente a otro tiempo, a un “mundo diferente”, a una zona “desviada”6 de la imagen y los usos que la ciudad marca trata de construir y proyectar. Son imágenes domésticas, que documentan espacios y situaciones cotidianas de la vida íntima y pública en las cuevas, pero que tienen además el valor de resultar universales, de conectar con la sensibilidad que nos une de manera primaria con la Tierra.
Vivir en Valparaíso se suma a la línea editorial que denominamos “Paisajes y Mapas” con la que queremos presentar investigaciones o miradas sobre la conformación urbana de la ciudad de Granada desde una perspectiva crítica, presentando sus problemáticas y los valores propios en demasiadas ocasiones bajo amenaza de olvido o eliminación.
[1] BARTHES, Roland. (1990). La cámara lúcida. p. 82. Barcelona: Paidós. p82
[2] https://www.youtube.com/watch?v=5oJy4a7o9cw
[3] https://secretolivo.com/index.php/2014/12/22/flamenco-antiguo-en-el-sacromonte-1962/
[4] RODRíGUEZ MEDELA, J. y SALGUERO MONTAÑO, Ó. (2009). Aprendiendo a decir NO. Conflictos y resistencias en torno a la formas de concebir y proyectar la ciudad de Granada. Asociación de Estudios Antropológicos «La Corrala», Granada. p. 169
[5] GÓMEZ, Nicanor. (2008). Del huerto al paraíso. En: Centro Virtual Cervantes. Disponible online: <https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/septiembre_08/19092008_02.htm>
[6] Especulación, corrupción, fraude. Las cuevas de San Miguel Alto resisten. Disponible online: <https://www.bsquero.net/wp-content/uploads/2018/06/LasCuevasResisten.pdf>