Santiago Ayán. Buscando el paraíso

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Editorial Diputación de Granada


No conocíamos a Santiago Ayán. Somos de toda la nómina de participantes en este proyecto de recuperación y presentación de la obra de Santiago los únicos quizás que no lo trataron en vida ya que supimos de él tras su prematura muerte en 2010. Ese mismo año, en el evento de celebración del décimo aniversario del Centro José Guerrero el performancero Miguel Benlloch culminó su acción 56 Géneros en la primera planta del centro desplegando un pañuelo que en su centro se dibujaba la figura icónica de El grito de Munch. Se trataba de una de esas obras humildes pero demoledoras de las que ahora podemos ver reunidas una buena muestra de ellas en este libro y en la exposición pareja. Aquel pañuelo era una obra de Santiago y la acción estuvo dedicada a él. Gracias a Miguel Benlloch comenzamos a introducirnos lentamente en la vida y obra de Santiago Ayán.

Cuando en el año 2013 iniciamos el proyecto editorial Ciengramos desde la plataforma cultural Trn-Laboratorio artístico transfronterizo, trazamos una serie de líneas discursivas o ejes de trabajo para organizar la producción editorial que compondría el fondo del proyecto. Pretendíamos impulsar proyectos de investigación que tuvieran a la ciudad de Granada como centro o hilo vertebrador por el que entrelazar una serie de experiencias del pasado reciente que consideráramos significativas para comprender esta ciudad y poder pensar el presente. Una de esas líneas trataría de presentar algunos enunciados artísticos que no eran lo suficientemente conocidos, ni estaban adecuadamente representados y que, por su interés por constituir parte de un relato divergente de la cultura en la ciudad, requerirían de un trabajo de estudio, edición y presentación final. El propio Miguel Benlloch fue motivo de una de nuestras primeras publicaciones y su red se teje ahora felizmente con la presentación de Santiago Ayán. Buscando el paraíso, un proyecto expositivo y editorial con el que queremos ayudar a situar a Santiago Ayán como una de las figuras más interesantes de la plástica granadina.

En este empeño no íbamos a estar solos. Ya años atrás Carmen Sigler y Ángeles Quesada –buenas amigas de Santiago– comenzaron a documentar y listar su obra. Habían hecho una página web movidas por su voluntad de difundir el legado de su amigo a partir de las obras y materiales que ellas mismas guardaban gracias a las adquisiciones o regalos que el propio Santiago les había hecho.  En 2014 contactamos con ellas para sumarnos a su impulso e intentar conseguir los medios necesarios para poder cerrar un proyecto expositivo y editorial que restituyera la memoria de Santiago. En las primeras conversaciones ya advertimos que la tarea no iba a ser fácil. Santiago fue una persona generosa, que valoraba la amistad por encima incluso de su trabajo, y eso le hizo desprenderse de muchas de sus obras haciendo que estas estuvieran dispersas y difícilmente localizables. Aún hoy siguen apareciendo trabajos suyos en casas de personas que tuvieron algún vínculo con él. Estamos convencidos que este proyecto hará que afloren muchos más, dejando esta exposición y catálogo desactualizados rápidamente. Era tal la capacidad productiva y la inteligencia creativa de Santiago Ayán que ante cada nuevo descubrimiento de obra que hemos realizado o persona contactada de su entorno, se dispersaban las posibilidades de hallar otros trabajos de los que en la mayoría de los casos ni sospechábamos su existencia.

Hemos querido que este aspecto relacional sea el eje de configuración del proyecto. La propuesta es la de presentar a Santiago Ayán a través de los vínculos de amistad con personas que estuvieron relacionadas con él a lo largo de su vida, algunas con mayor intensidad en unas épocas que en otras, pero todas juntas nos permitían hilar un relato polivocal que completaría una aproximación lo más rica posible al artista y a la persona. Es muy difícil separar una cosa de otra en este caso porque la obra de Santiago se embebe en su propia vida y es reflejo de la intensidad de su propia biografía.

Hemos tenido la fortuna de contar con el apoyo y colaboración del Área de Artes Plásticas de la Diputación de Granada. La comprensión por la pertinencia de dedicarle este espacio de visibilización a Santiago Ayán fue inmediata y agradecemos su disposición para organizar esta muestra y dedicar recursos para hacer valer su obra. Él ya había disfrutado de una exposición individual en la histórica Sala Baja del Palacio de los Condes de Gabia, dentro del proyecto de impulso de carreras artísticas noveles que diputación mantiene desde hace más de dos décadas. También tuvo a bien la institución otorgarle una Beca Manuel Rivera con la que Santiago pudo disfrutar de una estancia de trabajo en Colombia que fue fundamental para su obra y su propia vida. Ese viaje transformó ambas cosas y expandió su lenguaje para hacerlo más luminoso y vibrante.

También quisiéramos, ya para cerrar esta presentación, agradecer a todas las personas que han contribuido a este proyecto y se han preocupado por guardar y cuidar el legado de Santiago Ayán. A todos sus amigos y conocidos que, entusiasmados, nos han confiado sus obras además de sus recuerdos  y experiencias. Especialmente a Diego, con quien compartió muchos años en su casa de Húetor Vega. Y a su familia, Juan, Concha y Angustias por contribuir a que el trabajo de su hermano pueda hoy volver a mostrarse públicamente. Lamentablemente, cuando iniciamos el proceso de recopilación de la obra de Santiago, Angustias Ayán nos dejó. Ella también tenía una sensibilidad especial para lo artístico y nos consta que durante muchos años y de manera insistente visitaba las oficinas del Área de Artes Plásticas con una memoria USB que guardaba en imágenes parte del trabajo de su hermano. Ella insistía en poder realizar algo como lo que ahora presentamos y, aunque no lo haya podido disfrutar, nos alegramos de poder haber cumplido su deseo.

Para nosotros, este ha sido un proyecto emocionante en muchos aspectos. Cumple con la dimensión afectiva e intelectual que quisiéramos para todos los proyectos de Ciengramos y suma una experiencia más a la militancia cultural que perseguimos con este proyecto editorial que intenta visibilizar una parte de la cultura de Granada que, por motivos distintos, no está bien representada.

En La verdadera vida de Sebastian Knight Vladimir Nabokov construía un relato en el que la personalidad de su protagonista se iba conformando a partir de la búsqueda que su hermanastro hacia a través de la memoria de las personas que lo conocieron. Algo similar nos ha pasado con la persona de Santiago Ayán. Nos hemos quedado atrapados en la mitopoiesis del recuerdo colectivo que han construido sus amigos y enganchados a la potencia discursiva y plástica de su trabajo. La visión del arte que tenemos es otra después de convivir con el material recopilado de Santiago durante los últimos tres años.

No conocíamos a Santiago Ayán, ni aún hoy creemos conocerlo bien. Esa quizás sea la grandeza que demuestra la inabarcabilidad de su persona y obra.

 

Antonio Collados y Patricia Garzón

Trn-Ciengramos